Perspectivas

Dinámicas de liderazgo y trabajo en equipo, ¿Cómo lograrlo con éxito?

Una organización se basa en el trabajo en equipo para su funcionamiento e ir tras los objetivos trazados. Pero un equipo, al estar conformado por diversas personas, debe ser comprendido en relación a esto: a su diversidad.

Un equipo, entendido bajo este enfoque, necesita de un “buen líder” que los entienda con sus múltiples diferencias y los ponga en el centro; uno que tome conciencia que su gestión debe de ser flexible, que comprenda la motivación de cada empleado y que conecte emocionalmente. Es por ello que liderazgo y trabajo en equipo van de la mano si lo que se busca es alcanzar los objetivos. Sigue leyendo, que en este artículo te contamos más.

¿Cómo hacer una dinámica de liderazgo?

Poder liderar un equipo, y saber hacerlo correctamente, implica realizar un importante trabajo de quien está a la cabeza. Pero, ¿cuál es la mejor forma de ejercer el liderazgo? No existe una sola forma, sino que esto dependerá del tipo de líder, o sea, del propio estilo al momento de comandar un equipo. Y, según esto, se establecen dinámicas de liderazgo: pautas dirigidas a líderes (directivos o responsables en una empresa, por ejemplo) para mejorar sus habilidades a la hora de comandar a un equipo.

Todo esto tiene por objetivo motivar al equipo, ejercitar la flexibilidad ante las circunstancias, generar un buen clima laboral, adoptar iniciativa ante problemáticas y ser capaces de organizar al equipo, por ejemplo.

Esto se logra a través de ciertas actividades de liderazgo y trabajo en equipo que iremos viendo a continuación.

 

¿Qué son las dinámicas de trabajo en equipo?

Se entiende por dinámicas de trabajo en equipo a una serie de comportamientos de sus integrantes, que impactan el trabajo o las relaciones entre ellos. Para que estas dinámicas sean las esperadas, se pueden hacer uso de diferentes herramientas, técnicas y procesos, que ayuden a que un equipo de trabajo se cohesiona, mejore su confianza y el trabajo que efectúan. Asimismo, quien lidera un equipo se ve favorecido de ello si entiende la importancia de las dinámicas de trabajo en equipo, pues puede aplicar las herramientas precisas que mejor le permitan lograr los objetivos fijados por la organización.

Quien ejerce el liderazgo es también la persona encargada de que las dinámicas de trabajo en equipo sean buenas. Y para hacerlo correctamente debe concebir el rol que la comunicación juega en esto: una que debe de ser eficaz, efectiva y abierta, teniendo presente la satisfacción laboral de quienes integran los equipos de trabajo. No hay que olvidar que los equipos, las personas, son la pieza fundamental para dar vida y cuerpo a las organizaciones. Y que la comunicación es una pieza clave en esta ecuación.

En este escenario, se debe priorizar una comunicación que incluya todas las formas posibles de comunicación como, por ejemplo, el correcto empleo del correo electrónico, el uso de plataformas digitales de trabajo, la realización de reuniones periódicas y el compartir documentos para evitar ambigüedades. Asimismo, aplicar ejercicios y actividades en pos de una positiva dinámica de trabajo en equipo.

Ejercicios para fortalecer las dinámicas de trabajo en equipo

Existe una serie de ejercicios que permite fortalecer las dinámicas de trabajo de un equipo, como por ejemplo ejercicios que se relacionan con la conexión o cohesión, la colaboración, la creatividad, entre otros. Veamos algunos de ellos:

  • Trivia de la empresa. Este ejercicio de cohesión grupal es sencillo y no necesita de recursos adicionales. Se trata de hacer preguntas relevantes, tal como una trivia, sobre el lugar de trabajo que es algo que vincula a todos los miembros de una organización (el lugar donde trabajan). Este ejercicio involucra a la gente y mejora la unión del equipo.
  • Código de conducta. Este ejercicio genera consenso sobre los valores compartidos entre los miembros del equipo, y para ello se basa en poder construir confianza mutua, establecer valores grupales y fomentar la cohesión grupal. Para lograrlo, se invita a los equipos a enumerar lo que les parece importante en una pizarra.

Shark Tank. Haciendo alusión al programa televisivo Shark Tank (o “Negociando con tiburones”) dónde puedes presentar tus ideas frente a inversores o “sharks”, y el equipo con la mayor inversión gana. Este juego sería una réplica de aquello. Su objetivo principal es motivar la colaboración, el pensamiento no convencional, la confianza y el espíritu empresarial en un equipo.

  • La búsqueda del tesoro. Este ejercicio fomenta la buena comunicación, la colaboración y la resolución de problemas. Un grupo recibe una lista de pruebas que deberán superar mediante el trabajo en equipo, y entre todos deben lograrlo.
  • Técnica 5.5.5. ¿De qué se trata? Sencillo: Es una dinámica para desarrollar ideas creativas en un tiempo limitado. Para esto se conforman grupos de 5, y hay que escribir 5 ideas creativas en un tiempo de 5 minutos.
  • La isla desierta. Es una dinámica grupal en la que se hace una única pregunta a todos los participantes: si tuvieses que irte a una isla desierta, ¿qué objetos te llevarías? En la respuesta entran en juego la estrategia y la creatividad, aspectos cruciales de un equipo y del liderazgo.

 

¿Cómo mejorar la combinación entre liderazgo y trabajo en equipo?

Ya lo decíamos al comienzo: en los trabajos en equipo el rol del líder es clave. Pero, ¿todos los líderes son iguales? Ciertamente no.

Existen diferentes tipos de líderes: autoritarios, colaborativos, que delegan visionarios, que apuestan por el coaching, los que se enfocan en las relaciones, democráticos, dominantes y más. Pero, ¿cuál de estos es el más acertado?

No hay uno que tenga la potestad sobre los demás, pero lo cierto es que un “buen líder” es quien posee buenas dinámicas de liderazgo para alcanzar también buenas dinámicas de trabajo en equipo. Por lo general, ese buen líder puede ser una combinación de varios tipos de liderazgo y, por esto, se inclina por la motivación, el liderazgo y la buena comunicación. En este sentido, debe de poseer diferentes características que incentiven al equipo, como contar con habilidades comunicativas, empatía, capacidad de coordinación y gestión, motivación e inspiración, planificación empresarial y capacidad de resolución de problemas.

 

Comunicación abierta y honesta

Esto solo reporta beneficios, pues cuando un líder las aplica enseña la forma correcta en que se debe de comunicar el equipo de trabajo ayudando con esto a mejorar las habilidades comunicativas de sus miembros.

¿Y cómo debe de ser esta comunicación? Debe poner en evidencia las habilidades comunicativas, como tener la capacidad de mantener una escucha activa, ejercer empatía y cercanía, ser claros y saber responder, contar con la cuota exacta de autocrítica y adaptar la comunicación según las circunstancias.

Crear objetivos de colaboración

Incentivar objetivos de colaboración por parte de un líder inspira a otros a trabajar en equipo de forma comprometida en función de un objetivo común.

Lo anterior une a los equipos heterogéneos, ayuda a resolver problemas y permite compartir información valiosa para la organización, que de otra forma sería más dificultoso de lograr.

Juego de roles

El juego de roles, o role playing, es un tipo de ejercicio bastante conocido y que en rigor es una técnica de psicoterapia, pero en este caso se lleva a una aplicación práctica.

En este tipo de ejercicio, los participantes se convierten en actores que se ponen en los zapatos de otras personas e interpretan un papel de una situación imaginaria. Esto puede hacer que los integrantes del equipo puedan asumir roles bastante contrarios a los propios y tendrán que solucionar situaciones según ese nuevo rol.

Proporcionar recursos adecuados y capacitación

Para ejercer un buen liderazgo, es necesario proporcionar y aportar los recursos que sean necesarios para que esto sea posible.

En este sentido, algunos puntos a considerar serían generar un buen ambiente laboral; capacitar y motivar constantemente a los miembros del equipo de trabajo; establecer una dinámica comunicacional; e incentivar una sana competencia entre los integrantes del equipo.

La labor de un líder es tan crucial que puede cambiar el rumbo de una organización y de los equipos que la conforman; y este rumbo puede ser auspicioso si se ejecuta un “buen hacer” que tenga como foco mejorar eficazmente las dinámicas del trabajo en equipo; uno que es diverso, heterogéneo, único, y que debe ser comprendido y dirigido justamente desde esa diversidad.

El resultado de esto no puede ser otro que fomentar un clima de trabajo positivo, saludable y productivo. Un terreno fértil para que los objetivos puedan lograrse.

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